Un no sé qué que quedan balbuciendo
San Juan de la Cruz
COMIENZO
No lo recuerdo bien:
el extraño sonido de las hojas, el silencio
que emana, la fuente y la raíz, los insectos
dibujando su nombre por el aire.
Balbuceo lentamente todo eso para que no se escape,
apenas se entiende lo que digo,
pero digo como quien espera que brote
de la tierra, descalza,
para verme.
Todo está vivo, nítido, perpetuo.
Aunque no lo recuerdo bien.
Así todo se acostumbra a su existencia.
De lejos.
Y poder quedarme, sin embargo.