El nuevo número de la revista TURIA tiene, entre sus principales contenidos, un oportuno y amplio artículo de José Domingo Dueñas Lorente en el que se hace balance de la fama póstuma de Ramón J. Sender. No en vano, este año se celebra el 120 aniversario de su nacimiento.

Según la opinión del profesor Dueñas Lorente, uno de los mayores especialistas en su obra, el lugar que ocupa Sender en la historia de España y de su literatura “se ha modificado en aspectos relevantes en los últimos lustros. En este tiempo, la literatura del aragonés ha gozado de un interés constante por parte de no pocos estudiosos, nuevas promociones de analistas han accedido a sus textos y la resonancia de su obra se expande por distintas partes del mundo”.

Para demostrar esa tesis de la vigencia de Ramón J. Sender, el autor del texto que publica TURIA realiza un detallado y descriptivo recorrido por las nuevas aportaciones bibliográficas que enriquecen el acervo de investigaciones críticas sobre Sender, así como las múltiples y diversas nuevas ediciones de varios de sus títulos que acreditarían los avances en la esforzada difusión de una obra ingente y de singular interés literario. No en vano, concluye José Domingo Dueñas Lorente; “de este cúmulo de referencias parece inferirse que la producción senderiana ha accedido finalmente a una nueva etapa de sereno conocimiento y de profusa divulgación; un periodo que presagia una consideración consolidada y firme que hasta hace poco se negaba al autor. Claro que la solidez y la capacidad de sugerencia de su obra dejan escaso margen para la duda”.

 

RAMÓN J. SENDER, UNA PRESENCIA CONSTANTE EN “TURIA”

Junto a Luis Buñuel, quizá haya sido la figura y la obra de Ramón J. Sender una de las más analizadas y divulgadas por TURIA. A lo largo de sus casi 40 años de trayectoria, Sender ha ocupado centenares de páginas de la revista. Se le han dedicado inolvidables monográficos y variados artículos, así como se ha descubierto material inédito del escritor de Chalamera.

Entre las últimas aportaciones de TURIA a la divulgación senderiana destacan los artículos elaborados por Javier Barreiro. Así, en 2016 se difundía en las páginas de la revista un relato de diciembre de 1916, cuando Sender tenía solo quince años, titulado “Eco montañés” e insertado en el diario madrileño “Los comentarios”, “el primer texto -en palabras de Barreiro- de Sender publicado en Madrid”. El mismo estudioso localizaba y difundía en otro número de TURIA varias aportaciones del joven escritor como guionista de la serie “Infancia y juventud de Cocoliche y Tragavientos”, publicada en la revista barcelonesa “Charlot. Semanario festivo”, entre 1917 y 1918.

Por último, en 2018, Barreiro publicaba un reivindicativo texto en TURIA en el que escribía: “conviene leer hoy a Sender porque es uno de los dos o tres novelistas más extensos e intensos de la pasada centuria; porque amenidad, información, defensa de la libertad, de la justicia y del individuo se juntan en sus ensayos y ficciones; por su cultura proteica que abarca las culturas europeas, las iberoamericanas y las angloamericanas. Y porque es, sin competencia, el más destacado escritor aragonés desde los tiempos de Gracián”.

Quizá la más valiosa contribución de TURIA al estudio de Ramón J. Sender fue el número monográfico que publicó en 2001, con motivo de conmemorarse entonces el centenario de su nacimiento. En aquella entrega, que se presentó en Huesca y en la Biblioteca Nacional en Madrid, el prestigioso crítico literario Rafael Conte expresaba en TURIA, como nos recuerda el profesor Dueñas Lorente veinte años más tarde, “un justificado escepticismo sobre la posibilidad de que la celebración lograra modificar “el lugar que ocupa Ramón J. Sender en la historia de España y de su literatura”.

En opinión de Conte, “las pompas conmemorativas no alterarían el silencio que las modas comerciales infligían al escritor, pero tampoco esta postergación lograría deslucir un ápice los méritos de una producción tan extensa y variada como la suya, susceptible de numerosas lecturas e interpretaciones”. En suma, “Conte contemplaba una obra literaria de incuestionable valía, pero de escaso acceso al gran público. Veinte años después de aquel vaticinio, habría que concluir que no se equivocaba, aunque tampoco acertaba del todo”, asegura Dueñas Lorente.

 

RAFAEL ANGLÉS, ORGANISTA TUROLENSE DE LA CATEDRAL DE VALENCIA

En la sección que TURIA denomina “Cuadernos Turolenses”, el número que se distribuye este mes de marzo publica un pormenorizado artículo de Carlos Paterson sobre Rafael Anglés (Ráfales, Teruel, 1730 – Valencia, 1816), organista turolense de la catedral de Valencia durante nada menos que cincuenta y cuatro años.

Según Carlos Paterson, el músico Rafael Anglés es “uno de los más claros exponentes del intenso intercambio de músicos que de siempre se ha dado entre dos de las principales escuelas organísticas españolas, de un lado la aragonesa, con músicos de la talla de S. A. de Heredia, J. Ximénez, A. de Sola, P. Bruna y J. de Nebra, y de otro lado la valenciana, con nombres como A. Peris, J. Cabanilles, V. Rodríguez, F. Cabo y M. Narro. Ha sido tal el movimiento continuo de músicos, organistas y maestros de capilla entre ambas escuelas desde el siglo XVII que ha permitido generar una nueva identidad musical, la de todos aquellos músicos formados en diferentes seos aragonesas, que han exportado un estilo propio, una idiosincrasia común, y no solo a tierras valencianas, sino también al resto de España, algunos de ellos incluso ocupando los más altos cargos musicales del país, como es la Real Capilla”.

 

29 AUTORES ARAGONESES ESCRIBEN EN “TURIA”

Cada nuevo sumario de TURIA es un claro ejemplo de integración cultural de autores y textos de diversas procedencias geográficas, estéticas e ideológicas. Todo ello sin olvidar nunca el arraigo turolense/aragonés de esta revista. Buena prueba de esa filosofía de trabajo la constituyen los 29 autores aragoneses que publican textos inéditos en las distintas secciones del sumario.

Así, los lectores de TURIA podrán comprobar la creatividad del narrador Javier Sebastián o de los poetas José Antonio Conde, Ana Muñoz y Enrique Villagrasa.

Otra de las secciones habituales de TURIA es “La isla”, que contiene fragmentos del diario de Raúl Carlos Maícas ilustrados por Isidro Ferrer.

Más allá de las aportaciones ya comentadas de José Domingo Dueñas Lorente y Carlos Paterson, hay que subrayar la nutrida presencia de aragoneses en la sección “La Torre de Babel”. Es el apartado que TURIA dedica a la crítica de libros, y en él se ofrecen cuidadas reseñas de libros de ficción, de no ficción y de poesía, tanto de autores españoles como de otros idiomas traducidos al español. La amplitud y calidad de esta sección han convertido a TURIA en una de las revistas que más y mejor practican la crítica literaria entre las publicaciones y suplementos culturales de España. En esta ocasión, ejercen como críticos, un total de 21 aragoneses y, entre ellos, podemos citar a Agustín Sánchez Vidal, José Luis Melero, Javier Barreiro, José Luis Calvo Carilla, María Ángeles Naval, Antonio Pérez Lasheras, Aurora Cruzado, David Mayor, José María Ariño o Pablo Pérez Rubio.