También TURIA publica, en exclusiva mundial en español, un avance “Los vulnerables”, el nuevo libro de Sigrid Nunez. Esta autora neoyorkina, nacida en 1951 y que ha sido colaboradora habitual de medios como “The New York Times” y ha ejercido la docencia en las universidades de Princeton, Columbia o Boston, es una de las principales escritoras norteamericanas actuales. Ganadora en 2018 del National Book Award, la crítica la considera una de las más cualificadas autoras a la hora de abordar en sus novelas, con agudeza y sensibilidad, las problemáticas a las que nos enfrentamos en estos tiempos tan complejos. Completan el apartado que TURIA dedica a la creación narrativa, textos inéditos de Rodrigo Fresán, Laura Fernández, Juan José Flores, Carlota Gurt, Use Lahoz y Gemma Pellicer.
Junto a la participación de Nunez, tiene especial relevancia en esta nueva entrega de la revista el testimonio de Ignacio Martínez de Pisón sobre su relación con Javier Marías. El escritor aragonés radicado en Barcelona publica un texto bajo el título “Diez años de amistad”. En él confiesa Pisón haber sido un lector fiel y tenaz de Marías durante los años ochenta del pasado siglo XX, cuando el autor de “Los dominios del lobo” era un “escritor muy minoritario”. También reconoce que aquella amistad inicial “tenía mucho de relación maestro-discípulo” y se tradujo en una relación epistolar que duró diez años.
Uno de los textos originales más interesantes que publica el nuevo número de la revista TURIA es el artículo del profesor universitario, escritor y periodista Sergi Doria titulado “Nuccio Ordine, la rebelión del Humanismo”. En él se rinde un merecido homenaje al prestigioso docente y ensayista italiano Nuccio Ordine, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, y se defiende la idoneidad de sus postulados para afrontar los retos del mundo que vivimos. Su libro “La utilidad de lo inútil” fue un auténtico aldabonazo argumental, un verdadero manifiesto contra el utilitarismo economicista, contra la satisfacción inmediata y la conversión de las pantallas en altares de la religión digital. En suma, un sincero y ejemplar llamamiento a la necesidad del saber humanista.
El último artículo de la sección que TURIA dedica a los estudios literarios es una sugerente aproximación a un autor singular y que bien merecería una mayor atención por parte de los buenos lectores: José Carlos Cataño. Poeta, narrador, ensayista, diarista y artista plástico, su particular universo creativo es analizado por Manuel Arranz en un singular formato de breve diccionario bajo el título “Léxico Cataño. Voces y ecos en la obra de José Carlos Cataño. Siempre vinculado a su Canarias natal, pese a su residencia en Barcelona, fue sobre todo notable y exquisito diarista, un apasionado viajero y un practicante del judaísmo.
A subrayar también la amplia nómina de poetas que colaboran en esta entrega de TURIA con textos inéditos. Una diversidad que acredita el permanente mestizaje generacional y estético que practica la revista. Gracias a ese trabajo cultural abierto, plural e integrador, es posible leer versos originales de poetas de contrastada trayectoria como Rafael Argullol, Jesús Aguado, José Ángel Cilleruelo, Eduardo Moga, José María Micó, Juan Bufill, Miriam Reyes, Álex Chico, Ángel Petisme o Carlos Zanón junto a voces emergentes como Julia Peró, Laura Rodríguez Díaz, Marta Fuembuena o Loredana Volpe.
JUAN MARSÉ, EL MEJOR NOVELISTA DE BARCELONA
Un atractivo y excelente artículo sobre “Las Barcelonas de Juan Marsé”, elaborado por el profesor de la Universidad de Barcelona y crítico literario Jesús Ferrer Solá, inaugura el sumario del nuevo número de TURIA. No podía ser de otra forma por cuanto, esta entrega de la revista, será presentada en el Museu de Picasso de Barcelona el próximo 19 de junio. En el artículo se subraya un dato incuestionable: “la ciudad ostenta una sólida tradición como protagonista de la mejor literatura contemporánea”. Baste recordar el París de “Rayuela”, de Julio Cortázar o de “París era una fiesta”, de Hemingway”. O el Dublín en el que se desarrollan libros fundamentales como “Ulises” y “Dublineses”, de James Joyce. Nunca olvidaremos, igualmente, “La trilogía de Nueva York” de Paul Auster o “Tokio Blues” de Haruki Murakami.
Sin duda, la relación de novelas y autores que tienen a Barcelona como escenario es amplísima y notable por su calidad pero, entre ellas, sobresale la producción narrativa de Juan Marsé porque gran parte de ella tiene como epicentro fundamental a esa ciudad y sus habitantes. Y es que “en la narrativa de Juan Marsé se recorren varias Barcelonas: la de la alta burguesía catalana, la marcada por los desastres de la Guerra Civil, la que vive en el imaginario de legendarias ‘aventis’, la que enmarca un eficaz melodramatismo irónico, la de extracción obrera y ascendencia vagamente anarquista, la de las salas de cine uniendo a un vecindario de popular familiaridad, la que añora icónicas heroicidades del pasado, la de una postguerra de estraperlo y racionamiento, la que conoce la persistencia de una miseria barraquista no exenta de cierta dignidad, la de una picaresca sobrevivencial y, en definitiva, la que se diversifica en varios registros narrativos que se mantienen entre nosotros con plena vigencia lectora, memoria viva ya de un ayer documentado con la potencia de la ficción y la excelencia de la mejor literatura”. Buena prueba de esa pluralidad de miradas y retratos de Barcelona serían títulos imprescindibles en la trayectoria novelística de Marsé como “Últimas tardes con Teresa”, “Si te dicen que caí”, “Un día volveré” o “La oscura historia de la prima Montse”.
JAVIER MARÍAS, SEGÚN IGNACIO MARTÍNEZ DE PISÓN
De gran valor testimonial es el artículo que Ignacio Martínez de Pisón dedica en TURIA al también sobresaliente escritor que fue Javier Marías. En él, y con el título de “Diez años de amistad”, narra con absoluta franqueza y naturalidad la relación amistosa y la correspondencia que mantuvo con quien lograría convertirse en uno de los escritores más destacados de las letras españolas. Y también uno de los que ha obtenido más proyección internacional. El retrato que elabora Pisón de Marías nos lo presenta como una persona “de trato educado y amistoso pero no particularmente cálido, demasiado centrado en su propia persona aunque no necesariamente vanidoso, ya entonces Marías se veía a sí mismo como el futuro escritor de éxito que acabaría siendo. La suya era la magnanimidad de los grandes maestros cuando todavía no lo era. Lo que daba lo daba a cambio de muy poco: admiración, nada más. Y no daba pocas cosas. Aquí va un ejemplo de su generosidad. Algunos meses después de conocernos, me llamó a casa para ofrecerme una plaza de profesor en Oxford que por tradición se reservaba a escritores españoles. Por allí habían pasado Vicente Molina Foix, Félix de Azúa y él mismo. Obsérvese que lo que me ofrecía no era un puesto de trabajo. Lo que me ofrecía era empezar a formar parte de su pequeño Olimpo, seguir su trayectoria, ser como él, en definitiva. Para alguien como Marías, que acabaría repartiendo títulos y honores desde su imaginario Reino de Redonda, aquello equivalía a admitirme oficialmente en su isla. Desgraciadamente, no pudo ser”.
Sobre esa etapa de fructífera relación epistolar, que concluyó en abril de 1996, Pisón nos dirá: “Releyendo esas cartas y esas postales, compruebo que era más afectuoso por escrito que en persona. Su afecto mezclaba las expresiones de amistad con las alusiones a mi corta edad y a lo “enormemente prometedor” de mis inicios literarios. Había en su actitud cierta condescendencia, pero era una condescendencia que a mí no me molestaba y de la que él mismo era consciente, pues no en vano algunos de los comentarios decía hacerlos “a riesgo de parecer (o ser) paternalista”. Por supuesto, la nuestra era una amistad eminentemente literaria, pero es que para él existían muy pocas cosas importantes fuera del territorio de la literatura. Hacer comentarios sobre mis libros o responder a mis comentarios sobre sus libros era una forma muy suya de hablar de la vida”.
NUCCIO ORDINE: SOBRE LA UTILIDAD DE LO INÚTIL
La sección que TURIA dedica al ensayo está protagonizada por un sincero homenaje a la labor intelectual de Nuccio Ordine (Diamante, Italia, 1958, - Cosenza, Italia, 2023). Son páginas en las que Sergi Doria, en un artículo titulado “Nucci Ordine, la rebelión del Humanismo”, traza una entusiasta y cómplice glosa de la notable trayectoria intelectual y la profunda huella que nos ha dejado la obra y el compromiso en defensa del humanismo del profesor y escritor calabrés.
“Los saberes aparentemente inútiles son cada vez más necesarios” era el mensaje de Ordine, nos dirá Sergi Doria. Y es que, mientras “el utilitarismo se erigía, despótico, sobre nuestras sociedades y nuestras vidas”, las palabras del autor de ‘La utilidad de lo inútil’ sonaban tan subversivas como saludables: “La dictadura del dinero contamina nuestras relaciones sociales y afectivas”. A los jóvenes que desprecian el aprendizaje, al mismo tiempo que blasonan de que ya lo tienen todo en la Wikipedia, Ordine les lanzaba una advertencia: “Sin esfuerzo no hay saber, que es la única cosa que no puede comprarse con dinero. Sin una base cultural previa, internet no sirve de nada”. Y ponía un ejemplo que ligaba a su autor de cabecera, el sabio Giordano Bruno: “Si un estudiante quiere conocer su vida y obra encontrará decenas de webs delirantes y si no conoce al personaje acabará repitiendo datos equivocados”. Y no solo los estudiantes, las últimas generaciones de profesores que provenían de unos planes de estudio que habían arrumbado las Humanidades. La referencia a Giordano Bruno (1548-1600) no era casual. Ordine había dedicado muchos años a estudiar la literatura, filosofía y pintura de esta figura del renacimiento italiano. De hecho, su debut editorial en España fue en 2006 con ‘El umbral y la sombra’ (Siruela). Aquel ensayo, que no tuvo resonancia popular, recibió los elogios de Ilya Prigogine. El premio Nobel de Química de 1977 lo definió como “una monumental y apasionante introducción a Giordano Bruno, donde literatura y pintura, filosofía y ciencia se entrecruzan en una perspectiva que vincula pasado y presente”.
Con cada reforma educativa, apuntaba Ordine, nuestra educación había ido a peor: “Como se trataba de nivelar por abajo, las universidades actuales parecen cada día más institutos de Secundaria; ya nadie se esfuerza en leer las obras en origen; todo son antologías, manuales y sinopsis”. Reconvertidas en satélites empresariales, las instituciones académicas tenían a sus profesores más ocupados en cumplimentar la burocracia del plan de Bolonia que en dotar de contenido unas clases cada vez más dirigidas al “estudiante-cliente”.
SIGRID NUNEZ: TIERNA, DIVERTIDA Y PROFUNDA
Entre los textos más sugerentes y recomendables que aporta la nueva entrega de la revista TURIA se encuentra el material inédito de Sigrid Nunez (Nueva York, 1957), una autora considerada por la crítica como una de las voces más valiosas de las letras norteamericanas de las últimas décadas. Hija de madre alemana y padre chino-panameño, fue una lectora compulsiva desde su infancia. Se licenció en Bellas Artes por la Universidad de Columbia y ha ejercido como docente en dicho centro formativo y también en Princeton o Boston. También ha sido colaboradora de medios como “The New York Times”, “Harper’s”, “O: The Oprah Magazine” y “The New York Rewiew of Books”. Gracias a su trabajo en esta última publicación, conoció a Susan Sontag, una de las celebridades de la intelectualidad estadounidense del siglo XX. A ella le dedicaría uno de sus mejores libros: “Siempre Susan: recuerdos sobre Susan Sontag”. Es autora de nueve novelas, entre las que destacan y se han traducido al español dos: “El amigo”, que la catapultó a la popularidad internacional y le granjeó premios como el National Book Award y el New York Public Library Best Book Award y “Cuál es tu tormento”.
TURIA ofrece ahora en primicia en español un anticipo del libro “Los vulnerables”, que apareció en inglés en noviembre pasado año y que en nuestro país publicará la editorial Anagrama en los próximos meses. Los vulnerables revela lo que sucede cuando un trío de perfectos desconocidos está dispuesto a abrir sus corazones al otro y cómo, incluso a través de pequeños actos, pueden aliviar la angustia de los demás. Una narración que, con sus reflexiones y digresiones, desborda las costuras de la novela más tradicional para explorar las relaciones humanas, la soledad, la necesidad de empatía y la escritura como un modo de comunicación. Tierna, divertida y profunda, se trata de una obra de gozosa lectura que confirma a Sigrid Nunez como una de las voces más estimulantes de la literatura estadounidense contemporánea. Un libro en el que el lector encontrará un amigo.
A Sigrid Nunez se la ha comparado con Emmanuel Carrère o Rachel Cusk por su capacidad de lograr que el lector se interese por cualquier tema. «Elegía más comedia es la única manera de expresar cómo vivimos hoy. Y que algo no sea divertido en la vida real no significa que no pueda escribirse sobre ello como si lo fuese», dice un personaje de esta novela. Su narradora es una mujer solitaria que acepta hacerse cargo de un vivaracho loro llamado Eureka a petición de la amiga de una amiga. Del cumplimiento de ese encargo y de su relación con un miembro a la deriva de la Generación Z, surgen preguntas que solo pueden resolverse, quizá, indagando en la naturaleza y el propósito de la escritura misma. ¿Qué significa estar viva en un momento tan complejo de la historia como el actual? ¿Hasta qué punto nuestra realidad presente afecta a la manera en que una persona mira hacia su pasado?