Las 10 ilustraciones interiores de Víctor Mira que TURIA publica pertenecen a dos series diferentes: “Musas del Paralelo”, de 1979 y “Montjuich”, de 1990. Todas ellas son xilografías. Mientras que la ilustración de portada es la obra “Caminantes”, fechada en 1984 y elaborada con la técnica de aguafuerte y xilografía. Todas las obras pertenecen a la colección del galerista zaragozano Pepe Navarro Casaus, actual administrador del Legado Víctor Mira junto con la que fuera su compañera, Esther Romero.

 

Según escribe Chus Tudelilla en TURIA, Víctor Mira “se quiso continuador de lo espíritus reveladores e inquisitivos de Gracián, Goya, Buñuel y Saura, y a ellos encomendó su pensamiento plástico que le conduciría a desnudar la imagen en medio de un vacío desolador”. Fue, por tanto, Mira un creador solitario que “decidió zambullirse en el territorio convulso de las emociones y de los impulsos furiosos que se agitan en el interior de la condición humana”.

 

También encontraremos en Víctor Mira a un ser adicto al trabajo. Él mismo lo confesó en su libro “En España no se puede dormir”: “quiero perder la vida en la aventura de mi trabajo y no gastarla en una perezosa longevidad, que el arte no debe estar empapado en lágrimas, ni yo aceptar jamás que tengo miedo. Me concentro y camino seguro por la tensa cuerda. Hacerlo sin red me mantiene de pie. En esa tensión escojo los colores, los mezclo, mato la escoria, color tras color, peldaño tras peldaño. La continuidad del peldaño, la continuidad del precipitarse, vértigo placentero y virginal irresponsabilidad”.

 

Víctor Mira (1949-2003) fue un artista total y cosmopolita, entregado por completo a la tarea creativa. Y lo hizo siempre  de manera multidisciplinar: fue tan escritor como pintor, tan escultor como grabador. Siempre quiso utilizar todas las herramientas artísticas a su alcance. De formación autodidacta, realizó su primera exposición en Zaragoza en 1968. Durante la década de los setenta, viajó por España y también por países como Alemania o Estados  Unidos.  Su  primer  libro,  “Estética  kebrada  aragonesa”, es de 1978. La suya es una  trayectoria   caracterizada  por  una  actividad  constante,  en  la  que  se  suceden  las exposiciones en los más diversos lugares de la geografía peninsular, europea e incluso americana. De igual forma, sus publicaciones continuaron viendo la luz y sus trabajos abarcaron todo tipo de técnicas y de formatos textuales y gráficos. Sin duda, Víctor Mira vivió siempre por y para el arte.

 

En cuanto a la obra pictórica, sus creaciones se caracterizan por una presencia constante de motivos e iconos relacionados con una temática siempre vinculada al hombre, al destino, al tiempo, la vida y la muerte. Temas todos ellos tratados siempre por Víctor Mira a través de un lenguaje artístico muy personal e inquietante, a través del cual se transmiten diferentes estados de ánimo y preocupaciones. No en vano, se ha dicho de su obra que posee una aureola de misticismo y rebeldía.

 

Concluye Chus Tudelilla su artículo en TURIA asegurando al lector que “Mira, como Saura y antes Goya, se atrevió a dar luz a las tinieblas de la pintura, a escudriñar en la naturaleza convulsa de la imagen desnuda con gestos violentos, a romper el silencio con los estertores de la muerte que violenta la carne”.

 

PARA CONOCER A GONZALO TENA

 

También en el sumario del nº 111 de TURIA se publica la tercera y última entrega del estudio de Ernesto Utrillas sobre la trayectoria creativa del pintor turolense Gonzalo Tena, uno de los protagonistas indiscutibles que Aragón ha aportado al arte contemporáneo español. En esta ocasión, el periodo analizado va de 2004 hasta nuestros días. Es decir, se nos da noticia de la continuidad del fervor creativo de Tena en torno a la obra de la escritora norteamericana Gertrude Stein.

 

También se habla de la interesante aproximación que realizó Tena al mudéjar turolense desde el arte contemporáneo y que tuvo como resultado la exposición “En torno al mudéjar” y el libro “How many windows”. Fueron más de 140 pinturas y dibujos, realizados en diferentes formatos y técnicas, que testimonian una auténtica labor de sincretismo estético, al integrar tradición y modernidad”.

 

Otro de los ejes de la actividad artística de Gonzalo Tena en los últimos años ha sido la fascinación por la obra del pintor flamenco Pieter Bruegel el Viejo. Fruto de esa pasión fue el libro “Bruegel en La torre de Babel” y la exposición que lo acompañó.

 

Concluye su artículo Ernesto Utrillas con una aproximación a los últimos proyectos de Tena y a su insaciable curiosidad e inquietud creativa.

 

TURIA es una revista de periodicidad cuatrimestral que tiene una edición en papel y otra  digital (web y Facebook). Está publicada por el Instituto de Estudios Turolenses de la Diputación de Teruel, el Ayuntamiento de Teruel y el Gobierno de Aragón. Este número cuenta también con el patrocinio las Cortes de Aragón y la Obra Social de IberCaja.