Darío Villanueva y Clara Janés forman, sin duda, una pareja insólita por las diferencias que los separan, pero ambos comparten un valioso vínculo: son miembros relevantes de la Real Academia Española. Él ejerce como director desde hace poco más de un año y ella es la última incorporación femenina a una institución que trabaja desde hace tres siglos al servicio de la lengua española y de los hispanohablantes. Ambos poseen trayectorias y obras muy sólidas, valiosas e indiscutibles por su calidad e interés dentro de la cultura de nuestro tiempo. De ahí que la revista TURIA no haya dudado, en su nuevo número que se distribuirá este mes junio, en dedicarles a cada uno de ellos sendas entrevistas a fondo y en exclusiva.
Tanto Darío Villanueva como Clara Janés hablan a corazón abierto, con complicidad y sin reparos, acerca de un amplio repertorio de temas. Con el director de la RAE analizamos el presente y el futuro de la institución, la batalla por el prestigio del español, la importancia de las humanidades o el drama de la falta de oportunidades para los jóvenes universitarios. La conversación con la poeta y traductora se adentra en temas como la necesidad de cuestionarnos a nosotros mismos, el papel de la poesía, la perversidad del poder o el carácter inviable de un Islam sin espacios de libertad.
DARÍO VILLANUEVA: “LA LENGUA ESPAÑOLA ESTÁ VIVIENDO UN MOMENTO DE ENORME AUGE”
En la magnífica entrevista que la periodista Emma Rodríguez realiza para TURIA descubriremos a Darío Villanueva como un hombre resolutivo, dotado para la organización y confiado a la hora de enfrentarse a los desafíos. Y también a un hombre calmado, que gusta de poner perspectiva a las urgencias. Él lo atribuye a sus orígenes: “puedo resultar poco científico, pero lo cierto es que me siento identificado con algunas características de los gallegos, sobre todo la prudencia y la ironía”.
Catedrático de Teoría de la literatura y Literatura comparada de la Universidad de Santiago de Compostela, Darío Villanueva compagina desde hace años su labor como docente con su desdicación a la RAE. Primero ejerció como secretario para, desde diciembre de 2014, asumir la dirección. Sobre el presente y el futuro de la institución, se muestra confiado: “ Hemos llegado hasta aquí y seguimos siendo lo que fuimos desde el principio: una academia que decidió dedicarse a la lengua española, una lengua que no sólo sigue existiendo sino que está viviendo un momento de enorme auge, con un gran desarrollo”.
Está convencido de que ahora toca apostar completamente por lo digital y seguir trabajando en la unidad del idioma en un plano de igualdad con las otras 22 academias. Ahora se trata de dar la batalla por el prestigio del español. Un problema de reconocimiento social porque, según Villanueva, “culturalmente el español es una lengua de una riqueza extraordinaria”.
Ante la pregunta por la evidente falta de interés hacia la cultura en España, Darío Villanueva lo tiene claro: quien está gobernando debe entender que la cultura es uno de los troncos fundamentales del país. De ahí que afirme en la entrevista: “lo que no puedo aceptar es el rechazo hacia lo que somos y lo que nos representa”.
El director de la RAE se muestra asimismo preocupado por el porvenir de la universidad: “debemos hacer todo lo posible para que, en la sociedad del siglo XXI, la universidad no deje de ser una factoría de conocimiento”. Defiende también que las humanidades sean fundamentales en estos tiempos: “Soy de los que piensan que la formación humanística es una formación extraordinariamente eficaz y rentable, porque configura la mente y organiza el cerebro, lo cual es fundamental para recibir conocimientos mucho más puntuales e instrumentales, que tienen que renovarse y ser sustituidos periódicamente por la propia evolución de las cosas”.
En esa línea, Darío Villanueva se declara en contra de esas teorías que asocian los estudios a las posibilidades de trabajo: “Eso es desvirtuar por completo el sentido de la universidad. Los países más desarrollados del mundo, desde el punto de vista económico y social, hace mucho tiempo que han amortiguado esta percepción, que es muy propia de España y muy anticuada. En EEUU hacer un tipo de estudios no predestina para una determinada función en el mundo profesional, sino que tras la primera formación, se entra en otra etapa, la de la consecución de un trabajo. Y ahí no perjudica para nada una carrera de tipo humanístico a la hora de buscar un trabajo en el mundo de la empresa, de la comunicación o de la industria. Eso es muy saludable y responde a una sociedad nueva. Hay que reconocer que el Nuevo Mundo se llama así con razón”.
CLARA JANÉS: “LA POESÍA ES LO QUE QUEDA CUANDO DESPARECEN LAS PALABRAS”
Clara Janés, que pronunció ayer su discurso de ingreso en la RAE, es autora de una obra amplia, variada y muy sugerente para los lectores. No en vano, los estudiosos de su trayectoria la describen como un ejemplo significativo de la evolución de la mujer en la literatura española.
A sus libros de poesía, ensayo, biografía, memorias y novela se añade una acreditada labor como traductora. Sus versiones nos han permitido conocer la obra poética de autores como los checos Vladimír Holan y Jaroslav Seifert. También ha traducido al español a Marguerite Duras, Nathalie Sarraute, Katherine Mansfield o William Golding. Y, en colaboración con conocedores de sus lenguas, a poetas turcos y persas, tanto modernos como místicos antiguos.
Así, aunque en su trayectoria predomina el cultivo de la poesía, son muchas sus inquietudes acerca de la condición humana y otras áreas de conocimiento. De todo ello habla en una fantástica y recomendable conversación mantenida con el periodista Fernando del Val.
Confiesa Clara Janés su admiración hacia Einstein: “De su legado me quedo con la importancia que otorga a la intuición. Hay que fiarse de la intuición y luego, si puedes, demostrarla”. Sobre el papel de la ciencia, asegura: “debemos confiar en ella. Lo que ocurre es que, debido a que no disponemos de acceso directo a lo real, el primer paso es echar mano de la intuición, que es la que nos acerca al descubrimiento”.
Reconoce la autora que “lo que me mueve es el afán por saber, o sea, en realidad lo que me mueve es el no-saber. Eso nos mantiene vivos”. Además, según Clara Janés, “debemos cuestionarlo todo al ser limitados. Cuestionarnos a nosotros mismos”. De acuerdo con esa perspectiva, libros serían desde siempre instrumentos al servicio de misterio.
Ciencia y mística son, para Clara Janés, territorios muy vinculados. A partir de ahí, la poesía sería “la relación del hombre con el mundo que habita”
Gran conocedora del mundo musulmán y preguntada por si el Islam es incompatible con Occidente, la autora afirma que “si todo evoluciona, ¿por qué el Islam no?. Evolucionará.
De todos depende. ¿Cuál es la procedencia de los movimientos que ha habido y está habiendo? ¿Quién los apoya? ¿En qué mesas se escribe el guión? ¿Quién vende armas? Ellos tienen su responsabilidad. Es fácil eludir la nuestra, amparados en su falta de desarrollo”. Por otra parte, “la información de que disponemos es parcial. Cosa distinta es que las políticas generales desarrolladas en esos países deben cambiar. El Islam sin espacios de libertad es del todo inviable”.
Sobre sus afinidades literarias, Clara Janés no tiene dudas: “Holan es la escritura que más ha influido en mi vida poética”. Pero reconoce que sigue a pies juntillas la declaración que escuchó al autor turco Daglarca: “la poesía es lo que queda cuando desaparecen las palabras. Hay que buscar ese aparente vacío, preguntarse qué hay de poesía en el poema, qué hay dentro. Has de expresarlo con palabras pero lo importante es el espíritu; hacerlo presente”.
TURIA posee el Premio Nacional al Fomento de la Lectura y es, con sus más de 30 años de trayectoria, una de las revistas culturales de referencia en español. Su edición en papel tiene una periodicidad cuatrimestral y, en cada entrega, publica 500 páginas de textos inéditos que sirven para tomar el pulso a la creatividad literaria nacional e internacional. Cuenta también con una versión digital (web y Facebook) muy apreciada por los lectores.