La fuente es el lugar de los regenerados.
En el baptisterio (delubra) son siete las gradas conformadas
en el Misterio del espíritu Santo, tres
de bajada, tres
de subida, y el séptimo grado,
que es el cuarto escalón,
equivale al Hijo del Hombre, extingue
el Horno de Fuego, sirve
de apoyo estable
y da fundamento al Agua.
Simbólicas son las repeticiones numéricas,
los gestos del sacerdote oficiando la Misa y, en general,
todos los números enteros.
La Iglesia Cristiana es la iglesia del símbolo, somete
sus espacios de arquitectura a la dictadura
de la medida. Luego,
vendrán las armonías musicales pero, ahora,
mandan, en los huecos internos,
las razones 13/10, 21/12, 35/24, 10/7, 40/34 que,
en ningún caso,
pueden considerarse como armónicas. Por ejemplo,
analizando frecuencias, el número esencial,
en los templos eucarísticos, es,
sin ningún género de dudas,
ese 7 no armónico, ese concepto
copioso
por su fundamental carga: la Gracia
del Espíritu Santo. Sí,
hablamos de las plantas de edificios religiosos españoles –Santullano, Valdediós-,
de la mística aritmética estudiada
por teólogos orientales y, sobre todo,
de ese recopilador prodigioso,
actualizador eficaz,
maestrescuela alemán, el discípulo de Acuino,
el abad Rábano Mauro.