Uno de los episodios más célebres de la vida de Albert Camus (1913-1960), aparte de la concesión del Premio Nobel de Literatura en 1957, fue la discusión con Jean-Paul Sartre, por entonces director de la revista Les temps modernes, con quien hasta aquel momento había mantenido una relación de simpatía, cordialidad y reconocimiento mutuos. Corría el año 1952, Albert Camus había publicado El hombre rebelde algunos meses antes, en noviembre de 1951, y en la revista apareció una reseña del libro firmada por Francis Jeanson.