Son los bellos cantantes tropicales
Endiablados ángeles azules.
Veneraron serpientes tibetanas,
Entregados a pájaros y falos.
Rieron, bailaron, no poco sensibles:
Ojos pintados, mimesis y cisnes.
Son ellos santas excéntricas, beatas,
Ardientes místicas estructurales.
Relojes, analectas ya convulsas,
Décimas recitadas, sones nocturnos,
Undécimo placer procaces linos
Y mil camas y émbolos y cielos.