(Entradas de un diario)

ESTRATEGIA 

Es para De Certeau el cálculo o manipulación en las relaciones de poder, que siempre se producen si el sujeto, o el negocio, o la ciudad consiguen ser aislados. ¿Hay algún lugar que podamos simular como propio inmune a la estrategia de los otros? Tan ajenos como extraños, todos nos son competidores, clientes o enemigos, y el campo que rodea la ciudad nos parece sólo un vertedero.

 

(Tren Cáceres-Madrid, enero de 2004) 

EN EL SUR 

Penetra en el gentío con su olor, entre plomo, chirridos y bocinas, insultos y gaviotas. Camina hacia la negra escollera junto al mar, y su olor penetra en el asfalto derretido, en la salmuera. El agave brota entre las peñas, las palmeras parecen ambarinas. Es el tiempo de las moscas, y pronto el de la almendra. La tarde va cayendo desde el este y el mar meridional se vuelve rojo rojo.

 

(Sines, verano de 2004) 

 NOCTURAMA 

La fotografía es de ese lugar, Piazza del Plebiscito, Ancona, en el 94, mes de agosto, el día 22. Nadie va a reconocerte, pero eres tú (el matadero: solar abandonado y con yerbajos, el cadáver tan desnudo), la misma que sonreía meses antes y que decía entre martinis la gente nunca es del todo mala (también hay fotografías de esas noches). ¿Adónde van los amantes cuando mueren?, preguntabas. En la foto están los Lugares Geométricos de la Vida de los que no supe apartarte. Nadie me tomará ya por un héroe: yo no he muerto.

 

(Roma, noviembre de 2005) 

ESPEJOS 

Ves el reflejo de tu madre cuando te miras, la pesadilla de un cáncer que madura a los treinta y el miedo a la cáscara abierta de una nuez, que parece el vaciado de un cerebro. El tiempo ya está yendo hacia atrás.


(Cáceres, febrero de 2004) 

ROPA

(después de stephen morrisey

Me he vestido con la ropa de los muertos: la cazadora de un tío de mi madre, raída ya cuando él murió. La gabardina de mi abuelo, esa de bolsillos remachados, y una camisa suya que nadie quiso. Las bufandas de mis primos; sus camisas desteñidas por lejía. El pantalón negro, de alguna boda, que fue de Juan, y una corbata también de Juan. Fueron una segunda piel para todos ellos, y yo las heredé como se hereda todo lo que solemos llamar inevitable. Pero no sirvieron luego como buenos trapos: desgastadas, tan parte ya de mi nueva vida. Ahora no sé usar mi propia ropa: el pantalón azul, el abrigo gris: regalos de Año Nuevo.


(Cáceres, febrero de 2005)

CONSIGNAS

¿Se enfrenta con apatía a su trabajo? ¿Tiene el estómago débil? ¿El futuro no es lo que soñaba? No mire sólo en una dirección, Despierte a su gente, De nada valdrá conspirar. Es robado por todas las cosas que roban su tiempo (x años pagando hipotecas, x años tomando medidas). Pida menos distracciones. O pida todas las distracciones. Sea consciente: esto es una declaración. 

El mundo entero late bajo nosotros.


(Barcelona, enero de 2005)

VIBRATO 

La voz de plomo y ese aspecto punk recién levantada. La noche de un día duro de ¿1990? Tenías diecinueve, y la vida, me dijiste, aún te ahogaba. En Cádiz paseabas ajena a los marineros que silbaban o hacían fotografías a otras chicas. Y soñabas por la calle con nuestro poeta favorito por entonces: Delmore Schwartz. Tus armas: la ironía y la distancia; luego el sida, que bastó para apartarte de nosotros, como una bomba en el paseo principal: excavando tierra muerta, extrayendo un déjala, vámonos, se ha vuelto loca. Y tú, sin más palabras: sólo “Soy hermafrodita desde ahora”. Era un juego surrealista y sonaba pretencioso, pero tu voz era un cuchillo y fue afilándose con el tiempo. Como en la versión que me grabaste de las canciones de Diamanda Galas.


(Cádiz, junio de 2004)

EL VERDADERO PAUL 

Hablar de Paul Celan resulta ya tan tópico. Valente dejó escrito: “La voz de Paul Celan ha bajado a la noche”. Punto en boca... Pero hoy quiero convocar la voz de Paul Antschel, su verdadero yo, ese desconocido para todos, hermano nuestro verdadero, de carne y huesos y de piel, aquel que su dios creó a su semejanza y no como a un golem hecho sólo de palabras misteriosas. ¿Qué sabía él de Hebras de sol por encima del yermo gris oscuro?, ¿del Pensamiento tan alto como un árbol?, ¿del Sonido de la luz o de Ser para la muerte? ¿Quién fue, Antschel o Celan, el que escribió Todavía quedan canciones que cantar más allá de los hombres?


(Cáceres, septiembre de 2005) 

PATATAS 

Miraba a esa gente que busca alimento en la calle y luego pensaba ¿qué pasa en los campos de trigo?, pero encontré estas patatas en forma de corazón. (Nada es dejado al azar.) Hay un camino delante: en los mercados abiertos, entre los puestos de ropa de marcas falsificadas. (Nadie es dejado al azar.) En los suburbios no quedan chabolas ni perros salvajes. ¿Y el precio de un huevo, de un anillo de oro? 

La belleza se encuentra donde nadie la ve.(


(Madrid, septiembre de 2005) 

SEMPRONIO REVISADO 

Lee más adelante, vuelve la hoja. Leerás que fiarse de lo temporal o dejarse ir en la tristeza es la misma locura. Y si en el contemplar está la pena del amor, en el olvidar está el descanso. Finge consuelo y alegría, que muchas veces al fingir conseguimos que todo esté de nuestro lado. Pero no para cambiar la verdad, sino para moderar nuestro sentido y dar juicio a nuestro juicio.