Traducción y nota previa de Viorica Patea y Natalia Carbajosa
Ana Blandiana (n. 1942), poeta de excepción, es una figura legendaria de la literatura rumana, en la que ocupa un lugar comparable al de Anna Ajmátova o Vaclav Havel en las letras rusas o checas. Destacada opositora al régimen de Ceau?escu, Blandiana forma parte del grupo de escritores que concibieron su vocación literaria como la de ser testigos de su tiempo y la literatura como una forma de resistencia moral.
Autora de catorce libros de poesía, dos volúmenes de relatos fantásticos, nueve de ensayos y una novela, es la poetisa rumana actual más internacional. De su obra se han traducido hasta la fecha sesenta y nueve libros a veinticuatro lenguas.
Después de 1989, Blandiana reorganizó el PEN Club rumano. Además de haber recibido numerosos galardones literarios, nacionales e internacionales, en 2009, Blandiana fue condecorada con la más alta distinción de la República Francesa, la Légion d’Honneur por su contribución a la cultura europea y su lucha contra la injusticia. El Departamento de Estado de EE.UU le ha concedido el Premio Mujeres Rumanas Valientes (2014).
Ana Blandiana es Ciudadana de Honor de cuatro ciudades de Rumanía: Sighet, Boto?ani, Timi?oara y Oradea, y ha recibido el Doctor Honoris Causa de la Universitatea de Vest, Timi?oara (2014) y de la Universidad de Cluj (2015). Desde 2012, se celebra anualmente el Festival Nacional Ana Blandiana para la Creación e Interpretación (FAB), bajo los auspicios del Ministerio de Educación y el Consejo de Enseñanza Media de Braila.
Ana Blandiana ha sido nominada para el premio Poeta Europeo de la Libertad (2016) por su libro de poemas Mi Patria A4 (2010, publicado por Pre-Textos 2015).
De naturaleza romántica, contemplativa y visionaria, su poesía aspira hacia un lirismo de las esencias y cultiva un tono sincero y espontáneo de inflexiones metafísicas. Su poética, basada en el sentimiento trágico de la existencia, se perfila como un arte que revela a la vez que esconde los significados de las cosas.
Los dos volúmenes El Sol del más allá (2000) y El reflujo de los sentidos (2004) nacen de la época de efervescente activismo cívico de la autora posterior a la Revolución de 1989 y a su subsiguiente desilusión, al ver cómo los principios éticos eran cada vez más arrinconados en las agendas políticas de todos los partidos. Asumió su destino solitario, el de ser una Casandra que no renuncia a formular en alto las verdades fundamentales de la existencia, incluso cuando resultan incómodas o impopulares.
Fluyo, fluyo
Soy el primer hombre que envejece
Bajo el sol de estos cielos ardientes.
Solo descubro,
Sin ayuda de nadie,
Este enorme asombro
De un cuerpo que, aun siendo mío,
Se ha quedado atrás,
Como una orilla asolada,
Mientras que yo fluyo,
Fluyo sobre el mar
Hasta que dejo de verme.
Prendidos en las ramas
Prendidos en las ramas,
Algunos casi secos,
Otros comenzando a madurar,
Pero todos con los vestidos ajados,
De estambre,
Y las alas enredadas en el viento.
Hace tiempo que dejaron de intentar soltarse
Y caer,
Como sabiendo
Que más abajo existen otras ramas
En las que se marchitan
Otros ángeles.
Dos cruces
Tú fuiste mi cruz
Alta y delgada,
Capaz de crucificarme
Viga sobre viga.
Yo he sido tu cruz
Niña
Reflejada en el espejo.
El mismo movimiento
Para el abrazo y
La crucifixión,
Para el novio
Y la novia.
Deja que el tiempo
fluya dos veces,
Desde el ocaso y desde el alba,
Para uno y para otro,
Para que se nos asemeje
Y, sombrío, nos
cubra de flores.
Entre las que miraremos hacia el cielo
Adornado con dos cruces gemelas:
Una de ellas, de sombra.
El navío de los poetas
Los poetas creen que es un navío
Y se embarcan.
Dejadme subir al navío de los poetas
Que avanzan por las olas del tiempo
Sin mecer su mástil
Y sin tener que moverse
(Pues el tiempo se mueve alrededor
Cada vez más rápido.)
Los poetas esperan y declinan dormir,
Se niegan a morir,
Para no perderse ese último instante
Cuando el barco se separe de la orilla.
Pero ¿qué es la eternidad
Sino este navío de piedra,
Esperando con obstinación
Algo que nunca sucederá?
Lamento
Es difícil estar sola
Con los demás, amargura
En las hojas, su color nuevo
Se apaga mientras caen
Y bajo los rancios muros encalados
Asoman las muecas de antes de la guerra.
Lo peor deja arena en los dientes,
Lo mejor fermenta rimas agrias,
Me es difícil estar sola
E incluso más en medio de la gente,
Me es difícil callar
Y más difícil aún gritar
Una verdad hecha añicos.
Pero, sobre todo, tengo miedo y me es difícil
Arrastrar a Dios
De regreso al cielo.
(Estos poemas forman parte de los libros El sol del más allá y El reflujo de los sentidos, de próxima publicación por la editorial Pre-Textos)