¡Cabalgar en el viento, 
 viajero de los mares sin retorno: 

 no dejar otra huella 
 que la que deja el pájaro en las nubes! 

 Li-Po
 
 
 


Todo lo que persigo y no está escrito en el agua
ni en el palimpsesto continuo de los sueños,
viene a aflorar en mi interior con la llegada de los ánades
como una blanca prímula que subyace en los riscos,
ajena a los eventos de las civilizaciones.

  
Todo está ahí como ausente,
en un letargo silencioso y umbrío,
desvinculado de los días y las noches que emergen.
 

No hace falta más luz, las cigüeñas volvieron
a sus orígenes de arena y vientos cálidos;
no volveré a sentir su crotorar monótono
hasta el próximo estío.

 

Esa es la condición de los humildes,
ver pasar como un tren las estaciones
hasta llegar al próximo destino:
"Estación Términi. Fin del trayecto.
Rogamos desalojen los vagones".