Después de haber publicado libros de una utilidad indudable para conocer la literatura de su entorno cultural, tales como Historia literaria cordobesa y Tres años de narrativa en Córdoba, la constante investigación del profesor Antonio Moreno Ayora ofrece un nuevo libro de uno de los poetas más valorados en el contexto de la literatura nacional, Manuel Gahete, traducido ya a varios idiomas y recientemente versionado en una edición bilingüe italo-española dedicada a su poemario Mitos urbanos (italiano, Miti urbani). Pero lo novedoso del nuevo ensayo es que valora y pondera en su extensión toda la producción literaria de Manuel Gahete –no solo la del género lírico–, y era esperable que apareciera firmado por Moreno Ayora por ser este uno de los críticos que más lo ha seguido y estudiado. Con el título de Manuel Gahete. El esteticismo en la literatura española, es su objetivo centrarse sobre el citado escritor cordobés para destacar del mismo su originalidad, variedad de intereses literarios y su inamovible intención de perfeccionamiento estilístico. Por si fuera poco, la edición –cuidada, moderna y de elegante sobriedad– ha coincidido con el nuevo reconocimiento otorgado al poeta, el I Premio de poesía Fernando de Herrera, un galardón que sumado a los muchos ya conseguidos por él justifica aún más que el crítico lo haya elegido como escritor de merecida atención.

            Puede decirse que el gran interés del estudio lo representa su amplitud documental, pues este es el primer trabajo que expone la creación de Gahete atendiendo a los diferentes géneros que ha cultivado: primeramente el ensayo (en sus diversas orientaciones que ahondan en lo literario, lo histórico, la edición y la prosa periodística), luego el relato, el teatro y la poesía –esta como conjunto fundamental–,  aunque ya nos avise Moreno Ayora que su “intención es tocar solo los puntos esenciales de su actividad literaria, y estos incluso sin pretendida exhaustividad”. Al autor cordobés se le conceptúa, sin duda, como un escritor que experimenta “el trasiego de lo lírico a lo narrativo reforzando la idea, tan defendida por Gahete, de que la separación de géneros es algo irreal y antiliterario”. La consecuencia es que Moreno Ayora organiza y comenta con detalle todo ese complejo material de estudio hasta exponerlo razonadamente desde el punto de vista crítico, dando como resultado un volumen donde la implicación y la exégesis se prolongan sin sobrepeso hasta alcanzar las doscientas sesenta páginas que vienen a ser modelo de investigación y de análisis conceptual.  

            Al lector le queda claro que nadie hasta ahora había expuesto toda la extensa obra literaria de Manuel Gahete con igual precisión, exactitud y riqueza de matices estilísticos, valorándolo no solo como el gran poeta que indudablemente es desde su primero hasta el último poemario publicado, Mitos urbanos, sino calibrándolo igualmente como el escritor que se ha entregado a la creación en la dificultad y los mecanismos de otros géneros y modalidades, ya sean el dramático, el narrativo (en el que paulatinamente se crece y al que ya ha aportado un conjunto de textos dignos de considerar) o ese otro de carácter tan especial que tiene que ver con la literatura infantil. En su ensayo, Moreno Ayora no quiere dejar flecos sueltos, y por ello atiende también a la consideración de las tres antologías en que se contiene lo mejor de la poesía gahetiana –la más extensa, El tiempo y la palabra (Antología poética 1985–2010)– y a la inclusión de un capítulo imprescindible que es esencial para comprender al autor, La estética de Gahete según sus textos, tratado en relación con su expresividad y lenguaje y desglosado por ello en varios parágrafos de indudable utilidad crítica.

            La línea de investigación planteada presenta a Manuel Gahete como un escritor marcado por el signo de la poesía de Góngora, y por la misma razón atento –concreta Moreno Ayora– a “hacer uso de la alta virtualidad y capacidad del lenguaje”. El será un autor de prosas y poemas en los que el cuidado léxico y la sonoridad sean rasgos inalienables, y en paralelo con ellos surgirá –leemos igualmente– “un léxico marcado por los inconfundibles y selectos cultismos”. Son estos cultismos, como particularidad del estilo de Gahete, los que con minuciosidad y detalle se investiga y rastrea a menudo en estas páginas, dedicándoles repetidamente el epígrafe Vocablos selectos, cultos o llamativos del poemario, punto que es una aportación única y de novedoso valor crítico-lingüístico. En los listados que se suministran advertimos uno de los grandes aciertos del libro y, por supuesto, en ellos se perfila una de las futuras líneas de investigación sobre el estilo de Gahete, a la que seguramente también Moreno Ayora sabrá dar cumplida respuesta.   

            El ensayista no duda en recordar que el poeta mellariense (de Fuente Obejuna, Córdoba) defiende “la idea inamovible según la cual la escritura, la creación, la poesía es el motor de su vida”. Demuestra Moreno Ayora que Gahete es inconfundiblemente, y aparte de otras consideraciones que también argumenta, un poeta que reivindica la experiencia del amor, un escritor que desarrolla una sugerente simbología amorosa, un creador que de modo constante, y no solo en su poesía sino igualmente en otros de sus textos, acude a la defensa del amor y de sus efectos sobre el ser humano. En este y en otros muchos aspectos, que Moreno Ayora descubre y comenta con certera intuición y abundancia de datos, este ensayo es ejemplar y lleva la marca de un estudioso de primera categoría al que a partir de ahora consideraremos de obligada consulta para comprender la obra literaria de Gahete en el conjunto de sus riquezas y sugerencias.

 

 

 

Antonio Moreno Ayora, Manuel Gahete. El esteticismo en la literatura española, Sevilla, La Isla de Siltolá, 2013.