Traducción de CARLOS VITALE

                   

 

Antonella La Monica nació en Santa Caterina Villarmosa (Caltanissetta, Sicilia) en 1952. 

Entre otros libros, ha publicado: Pelle di luna, L'ocra del salice y La parola spogliata.

 

 

 

 

 

 



PÉTALOS

Vagan errantes
tardíos pétalos
solitarios
confusos
como estrellas distraídas
sorprendidas por el alba.


SIMPLEMENTE

Finos encajes 
ninfeas flotantes
complicadas puntas de pañuelos
tiernos brotes entre espinas de zarza:
los pensamientos.

Primigenias hojas
sobre la desnudez del alma.



ESTA TARDE

Beberé la luna
esta tarde
en copas de viento.

Me reflejaré
en el cielo
salpicado de estrellas.



ESCARCHA 

Ligeras telarañas de hielo.
Transparencias de seda
bordan el aire:
es la lenta respiración
de la tierra jadeante,
tierra que vive.

Las hojas extenuadas
por la helada candente
esperan
los tibios dedos del sol
en un alba de diciembre. 


ABRIL

 

Riachuelos de zulla sanguínea

vertidos sobre verdes pendientes

de sinuosas colinas.

Vistosas flores de malva

se encaraman

como agitados pensamientos

se insinúan en la arenisca

suave y hospitalaria.

Tenaces retamas

encienden ramas

como recuerdos imprevistos.

La manchas de margaritas

ostentan corolas

al viento de abril

de mi tierra.

 

 


SOMBRAS

Chales negros
envuelven el crepúsculo
y el alabastro de los pensamientos.

Cuchillas de gélido viento
cortan las pestañas
de recuerdos apenas brotados.


JUEGOS DE VIENTO

Peina el viento
prados de abril
anuda
tallos y rayos encrespados
trenza
guirnaldas de luz y perfumes.

Caprichosas ráfagas
entre plumas de palomas
y crines de potros
que acarician sus madres.


ESPIGANDO EN EL ALMA

Campesina de sentimientos
vago
por mi alma
desierta
como tierra segada
espigando
restos de amor
amargura
inquietud y débil energía
avanzo
espigando rastrojos
de soledad
impotencia y sospechosa resignación.
Me demoro.
Cargo sobre mis hombros
dispersos haces
extirpo la gramínea tenaz
acaricio granos de trigo
mendigados a arrugas de terrones.

Un puñado de sol,
cuentas de rosario
corren entre los dedos,
se esconden
en las grietas
de mi alma.


CORNALINAS DE VIENTO

Sobre cimas lejanas
ósmosis de nubes y de nieve
mullida helada
volutas espumosas
paradigmas astrales.

Ovillos de cirros
tejen castos velos
cubren
el cielo
calado
de lápislázuli y cornalinas de viento.



SEÑALES DE OTOÑO

Ebrios
de lluvia
los árboles
vestidos de niebla
reposan
en la intimidad.



REUNIÓN

Perlas
negras
de
largo
collar
sobre
los
rayos
del
sol
las
golondrinas
llamadas
a
reunión.



PRADOS DE ABRIL

Hierba de sol
— los prados de abril
piel de luna —
el plateado grano
ondulando con los suspiros
del libre viento.

ALBORADA

Somnoliento buey
rumia algarroba.
Suspendido halcón
inmóvil espera.
Amapolas
abren corolas.

Un laguito
recoge el cielo,
álamos se sumergen.
Y yo con ellos.



EL ALBA

Manos
azules
de cielo
apartan
suspendidos
velos
de noches.

La luz
cosquillea
nubes
embriagadas
por el alba
naciente.



ALAS

Perfuma el silencio
el aire esta mañana.

Un halcón peregrino
le roba al sol
su luz.
Alas desplegadas
doran
espacios.