It is ever a stranger who walks reside me

 

 

Qué cuándo qué dónde qué cómo qué quién

Nos aguarda al final de nuestro tiempo

Para calmar y colmar tan sostenido desvelo?

Desde el bosque de piedra de este laberinto

     Preguntamos

Mientras la sangre de los ojos rocía el cuerpo

Cada instante

Para que el polvo no se levante

 

De tanta vigilia se nos ha ido vaciando el rostro

      de cielo

Y el pecho de espacio

Las palabras han perdido la razón

Y los sentidos nos han abandonado

 

Estamos sembrados en la tierra de exilio como

      Espantajos

De los que se huye como de la intriga de una

      historia

 

Los días y las noches caen como sombras en el

      pozo de las venas

Pulsaciones de tiempo pátina de cúpula somos

Sin otro son que los pasos y entre ellos

El cuerpo música mutilada fluyendo

Bajo sus tendones el torrente de la locura

Frota balsámica la herida que tiende retadora

Su arcoiris de mapa cuarteado

 

Dese el mar muerto de nuestra vida nos tocamos

       por los abismos

Acorralados por un coro de voces cómplices

De los desvelos que en la tiniebla animan

La sobrevida

Al fondo de los espejos rotos