Amerigo Iannacone nació en 1950 en Venafro (Isernia, Molise), donde reside.
Entre otros libros, ha publicado: L’ombra del carrubo, Semi y Oboe d’amore.
QUIZÁ JAMÁS...
Quizá jamás
me abandone
el pensamiento de ti.
Querría que jamás
me abandonara
el pensamiento de ti.
ESTÁS EN EL AIRE...
Estás en el aire en los paseos
en los muros en el viento
en el vuelo de los pájaros
en el firmamento
en las policromadas alas
de las mariposas.
Estás en los prados de alrededor
húmedos de rocío,
en los olivos serenos
que te vieron el último día.
BAJO UNA CRUZ...
Bajo una cruz,
discreta, pero constante,
está tu voz muda.
Está viva,
y desde el lejano misterio de la muerte
llega
al corazón ignorante
y señala el camino.
QUÉ ALBOROTO...
Qué alboroto por la mañana
los pájaros en el algarrobo:
despiertan a toda la familia.
Pero tú, que duermes en otra parte,
no te despiertas.
Y LUEGO VENDRÁ...
Y luego vendrá
otro verano
y ya no te veré
a la sombra del algarrobo,
no me pedirás un periódico
cualquiera
—aunque sea de ayer—,
no irás a mi biblioteca
a coger
un libro al azar,
quizá de poesía,
quizá de historia, quizá
de filosofía.
Y ya no serás
el primer lector
de mis banales escritos,
cada vez más inútiles.
ESPERO...
Espero
verte entrar de repente,
como cuando venías para estar
un momento con nosotros
y nosotros, absorbidos por las cosas más banales,
por los papeles
por el periódico
por la televisión,
no te prestábamos
ninguna atención.
YA SÉ QUE NO ESTÁS...
Ya sé que no estás
pero no puedo dejar
de volverme a mirar cuando paso
por delante de tu habitación.
Y te veo.
Te veo en las actitudes verdaderas
que me resultaban
tan habituales
que no te veía
cuando estabas.