The World at Night (1940)
Neón del alma, qué sordid hotel anuncias
en la noche de este París dolorido,
calle del París del cuarenta, neón
del alma, hermano neón, qué inhumanidad
desvela tu luz lívida tan sin rumbo,
este terrible París último, ámbito
de los placeres de la estirpe más turbia,
caros restaurantes del mercado negro,
tangos idos, lupanares verdigrís,
cines sólo para el soldado alemán,
luego las mañanas azules de antaño,
desierto iluminado, infame desierto
del alma mía, ya pianista y poeta
murieron, Hotel de París ya sin alma,
escuchando lluvia andina sobre el zinc.
Un domingo en el Marne (1953)
La vida es bella en el río, en la pantalla
fluyen serenas las aguas a ambos lados
de la barcaza, el color de las guinguettes,
tan demóticos paraísos entre ramas,
espacios de baile y vino blanco frío
rumbo a los cuales navega la mirada
en esta segunda posguerra del siglo,
parece mentira que Marne sea también
el nombre de una batalla, tan cercana
en el tiempo, navegando, los taxis
del Marne en la primavera de las guerras,
hoy en el irse de este río retornan
el piano de Poulenc, los cuadros, los trenes
en la memoria, por siempre la banlieue
color cereza, la vida es bella en el río.