Se arremolina la luz entre nubes

grises de un febrero que se repite

tarde tras tarde. Árboles y sombras

monocromáticos buscan un cielo

 

que los justifique y a mí con ellos.

Hoy el invierno son restos de nieve

que lo recuerdan, y este traqueteo

incoloro de muchos de mis viernes

 

entre un aquí y allí que son el mismo

espacio. Las horas nos traen la noche;

a las 17.30 – el día

ya es más largo – el universo es oscuro,

negro, y yo, tú, todos, simples rehenes

de una luz que ha robado el horizonte.