Veinte años no es nada…, o quizá sí. Juguemos unos instantes con el tiempo.
Año 2017. Lejos quedan para el lector en lengua española los días en los que el nombre de Wisława Szymborska no sólo no traía ningún eco, sino que además resultaba prácticamente imposible encontrar ya no algún poema en español de la poeta polaca, que también, sino cualquier mención a una autora para la que el año 1996 supondría, según sus propias palabras, como se ha repetido tantas veces, una tragedia, una catástrofe. Decimos “prácticamente imposible” porque no significa que no hubiera afortunados que pudieran haber leído un par de poemas, ya en 1969, de los publicados en el número especial de la revista Unión de la Casa de las Américas en Cuba, o en México, los cuatro editados por la UNAM en Materiales de lectura en 1978, o los tres poemas aparecidos en la revista Plural en 1981, o los nueve poemas de nuestra autora aparecidos en la antología de poesía polaca que vio la luz en Cuba en 1984 (Poesía polaca), o, a este otro lado del Atlántico, diez años más tarde, en 1994, los tres publicados en la antología Poesi?a polaca contempora?nea de la editorial Rialp… Poemas en español hasta sumar unos 22. Eso era todo lo que el lector en español podía haber leído de Szymborska, siempre y cuando, claro está, tratáramos el territorio editorial de nuestra lengua como un territorio abierto a los cuatro puntos cardinales, cosa que en aquella época no resultaba en absoluto evidente, y quizá ni siquiera en nuestros días, en la era de internet, lo sea. Dejamos de lado, la lectura a través de otras lenguas de la obra de Szymborska, nada despreciable, pero del ámbito absolutamente personal de cada uno de los lectores.
Año 1996. El Premio Nobel de Literatura recaía en una poeta de la que en lengua española apenas si existían 22 poemas traducidos, y como hemos podido ver, con una importante dispersión geográfica: Cuba, México, España. Se trataba de la poeta Wisława Szymborska, una poeta que ni siquiera en su país, Polonia, era la más firme candidata para obtener el Nobel, ya que hacía años que venía sonando con mayor fuerza, se diría, el nombre de otro polaco, Zbigniew Herbert. De la noche a la mañana, el número de poemas de la poeta polaca que verán la luz en español aumentará sensiblemente. Los periódicos de los países de habla hispana se harán eco inmediatamente de la noticia de la concesión del Nobel a “una poeta desconocida” y acudirán a todas las fuentes posibles en busca de traductores que les permitan recoger en las ediciones del día después del Nobel muestras de su obra. Y así, al rebufo de la noticia, en los días siguientes aparecerán publicados en un gran número de diarios, periódicos, suplementos y revistas, diferentes poemas de W. Szymborska, que de alguna manera culminarán en 1997 con sendas antologías de las editoriales Lumen e Hiperión.
Año 2017. Ha dejado de ser cierto que la presencia de Szymborska para el lector en lengua española sea más bien anecdóctica. Aquellos veintitantos poemas que se habían traducido hasta la concesión del Nobel, se han convertido –o están a punto de convertirse con la publicación anunciada por la editorial Nórdica para 2018 de Canción negra y Correo literario o como llegar a ser (o no llegar a ser) escritor- en veinte libros. Veinte libros que convierten a Szymborska en el autor polaco más presente en el mercado editorial en lengua española. Y así, desde aquellos primeros Paisaje con grano de arena, El gran número. Fin y principio y otros poemas, que vieron la luz en 1997 llegamos a contar en estos momentos en español con quince libros más de nuestra escritora -Poesía no completa, Instante, Dos puntos, Poemas escogidos, Aquí, Lecturas no obligatorias. Prosas, Amor feliz y otros poemas, Más lecturas no obligatorias, Y hasta aquí, Hasta aquí, Leyendo a Szymborska (audiolibro, lee Julia Gutiérrez Caba), Siempre lecturas no obligatorias, Saltaré sobre el fuego, Antología poética (1945-2006), Prosas reunidas-, y con estudios sobre ella como el aparecido en Colombia, La gran dama de la lírica: Wisława Szymborska, o la traducción de una biografía como es Trastos, recuerdos. Una biografía de Wisława Szymborska. Y no acaba ahí su presencia en español. Durante estos veinte años, ha sido posible también disfrutar de una exposición de ese “género menor” e íntimo, en la creación de la poeta polaca, que eran sus collages y que serían expuestos en 2013 en la Casa del Lector en Madrid o de la proyección de la versión en español del documental La vida a veces es soportable, o las representaciones teatrales del teatro Replika de Madrid en 2014 bajo el título de Instante, o en Buenos Aires en 2017, por poner un par de ejemplos, de Los ineludibles escombros de Szymborska, de Alejandro Genes Radawski.
Va a resultar que veinte años sí son algo… Al menos, por lo que al conocimiento de Szymborska en el mundo de habla hispana se refiere. Veamos con mayor detalle los veinte años transcurridos desde aquel 1996, desde el año de la tragedia, de “la catástrofe de Estocolmo”, como la propia Szymborska denominaba a la concesión del Premio Nobel en octubre de ese año, y que significaría una completa revolución en su vida, revolución que como hemos adelantado ya, podría ser aplicada también a la recepción de la obra de la autora polaca en los países de habla hispana.
La presencia de la obra de la poeta polaca en lengua española antes de 1996, como recoge Gerardo Beltrán en su tesis de doctorado Las traducciones de la poesía polaca del sigo XX al español: Aspectos de teoría y práctica de la traducción, defendida en la Universidad de Varsovia el 22 de junio de 1998, se limitaba apenas a 22 poemas, que habían visto la luz en tres de los países de habla española: México, Cuba y España. En todos los casos, los poemas formaban parte de antologías, aparecidas o bien en revistas o bien en libros, de menor o mayor extensión, en los que Szymborska era uno de los varios poetas antologados[1] y la difusión de esas publicaciones estaba muy lejos de tener un carácter amplio.
Esa situación explicaría por sí sola el hecho de que aquel jueves 3 de octubre de 1996 en el que el Nobel de Literatura de aquel año fuera anunciado, los medios de comunicación de los países hispanohablantes desconocieran prácticamente tanto a la poeta polaca, como su obra. Si, como hemos comentado, apenas 22 eran los poemas que habían visto la luz en español hasta aquel momento, un día después la situación era ya sensiblemente distinta. Varios eran los periódicos que en las ediciones del día 4 de octubre no sólo se harían eco de la noticia de la concesión del Premio Nobel a la poeta afincada en Cracovia, sino que además, muchos de ellos presentarían también un breve perfil literario de Szymborska y algunos incluirían ejemplos de su poesía[2] que veían la luz en español por primera vez. A las noticias aparecidas en la prensa diaria en los días inmediatamente posteriores a la concesión del Nobel, seguiría información más amplia publicada en los suplementos literarios y culturales de los distintos periódicos (Babelia, etc.) Pero tendrían que pasar varios meses para que la obra de Szymborska pasara a tener presencia individualizada en las librerías españolas. El primer poemario de Szymborska en español es publicado por la editorial Lumen bajo el título Paisaje con grano de arena en traducción de Jerzy Sławomirski y Anna Maria Moix y apenas un mes más tarde verá la luz en la editorial Hiperión, otra antología coordinada ésta por Maria Filipowicz y Juan Carlos Vidal, y con un estudio previo de Małgorzata Baranowska, cuyos ejes centrales serán los libros El gran número y Fin y principio, pero que recogerá también otros poemas anteriores[3]. Siete serán los traductores de esta segunda antología que en gran parte nacerá en torno a la Instituto Cervantes de Varsovia. El eco que se hacen los medios de comunicación de la publicación de ambas obras es grande y Szymborska en menos de un año pasa de ser una autora desconocida a ser la poeta polaca con más poemas traducidos en lengua española. De la importancia de las dos antologías mencionadas pueden dar fe tanto las sucesivas ediciones de las obras, como los comentarios que de ellas se pueden encontrar tanto en internet, como en prensa y radio. Así pues, tal y como afirmábamos más arriba, no parece arriesgado decir que es la concesión del Nobel de Literatura lo que abre las puertas a la poesía de Szymborska en el ámbito hispánico, y, creemos, que por extensión a la poesía polaca. Pero quizá sea la publicación en 2002 en una de las editoriales más importantes del ámbito hispánico, como es la mexicana Fondo de Cultura Económica[4] lo que marque un antes y un después en el conocimiento de la obra de la Premio Nobel polaca. Con esta obra, de la que tanto la prensa especializada, como la prensa generalista se harán eco a uno y otro lado del Océano Atlántico, el lector hispanohablante pasa a tener acceso a la práctica totalidad de la obra de la poeta polaca, hecho este insólito en español por lo que se refiere a cualquier otro poeta polaco. En ese momento el lector en español tiene la posibilidad de familiarizarse con la obra –con la práctica totalidad de la misma- que le ha significado a Szymborska la concesión del Nobel. En seis años, los que separan 1996 de 2002, se pasa de un generalizado desconocimiento de la autora y de su obra a tener publicada casi toda la obra poética, hasta aquel momento, de nuestra poeta. Hay que apuntar aquí, que algunos poemas de Szymborska seguirán apareciendo en antologías de carácter general, como había venido sucediendo hasta la concesión del Premio Nobel, y así por ejemplo, con los poemas aparecidos en 16 poetas polacos publicados por la editorial zaragozana Libros del Innombrable en 1998[5]
En 2002, verá la luz en Polonia el primer libro aparecido tras la obtención del galardón sueco, Instante[6], y entre la publicación de la obra en polaco y su traducción al español no llegarán a pasar dos años. Szymborska es ya en esos momentos una escritora a la que sus lectores en español, ávidos de nuevas lecturas, le siguen el rastro[7]. Poetas y críticos literarios de reconocido prestigio acogerán gozosos el nuevo libro y dejarán constancia de ello en reseñas, programas de radios, etc.[8] Instante podríamos decir que coronaría a la poeta polaca en lo que se refiere a la recepción de su obra en España. El libro ocupó durante varias semanas el primer lugar de la lista de libros más vendidos de poesía y en un tiempo récord tuvo varias ediciones y reimpresiones. Pero hay un hecho en 2004 que también de gran importancia en el conocimiento que de Szymborska pasará a tener el lector en español. En febrero de 2004, ve la luz en el suplemento cultural del periódico ABC una entrevista que el escritor y animador cultural español Félix Romeo Polonia le hace a Szymborska. La entrevista, que aparecería también en diferentes periódicos de América Latina[9], en numerosas páginas web y en el blog del propio escritor, acercaría a Szymborska como persona a los lectores del ámbito hispánico y aumentarían, si cabe, la atracción y el aprecio de los mismos por la poeta. La proximidad emocional que se vislumbraba y apuntaba, según se señalaba en reseñas periodísticas, comentarios, etc., que se le suponía a Szymborska y que se desprendía de la lectura sus poemas se veía reafirmada en una entrevista que acabó cautivando por su tono. Aquella entrevista, la primera que Szymborska concedía para un medio de comunicación en español venía a contribuir a lo que ya entonces podríamos denominar el fenómeno Szymborska. Los editores de Instante -la poeta española Rosa Lentini y el escritor colombiano Ricardo Gaviria- serían también quienes publicarían el siguiente libro de Szymborska, Dos puntos[10]. Szymborska había pasado a formar parte del panorama poético en lengua española y sus libros eran traducidos al español no mucho después de su aparición en polaco. Si la publicación de Instante en español había venido, por así decirlo, a coincidir en el tiempo con la aparición de la entrevista de Félix Romeo, la publicación de Dos puntos lo haría con una nueva entrevista, esta vez para el periódico La Vanguardia. Xavi Ayén, periodista de temas literarios y culturales, acompañado del fotógrafo Kim Manresa, se había desplazado a Cracovia para entrevistar a Szymborska y publicar la entrevista en el suplemento Magazine y en el marco de una serie, de irregular periodicidad, dedicada a los Premios Nobeles de Literatura, que gozaba de gran popularidad entre los lectores de La Vanguardia[11]. Tanto las fotografías del laureado Kim Manresa, como la entrevista, siguieron contribuyendo a aumentar el número de incondicionales de Szymborska, y ello en muchas ocasiones, no sólo desde el punto de vista literario.
Podría parecer que si bien antes de la concesión del Nobel, los poemas de Szymborska habían visto la luz sobre todo en México y Cuba, aunque también en España, el panorama editorial “szymborskiano” tras el Nobel se centra sobre todo en España. Sería una visión muy superficial. En primer lugar porque la permeabilidad del mundo del libro en el mundo hispánico, si bien puede no ser la deseada, es lo suficientemente grande como para que, especialmente en el caso de la poesía, los títulos y los poemas aparecidos en uno de los países de habla hispana, se extiendan, con relativa facilidad (tanto más en la era de internet) por el resto de países. Hay que tener en cuenta, también, por ejemplo, que en 2008 vería la luz la segunda edición de Poesía no completa en el Fondo de Cultura Económica, y que en esta ocasión la distribución editorial más allá de las fronteras mexicanas sería mucho más eficiente que en el caso de la primera edición. El eco que la aparición de esta segunda edición en revistas, periódicos, etc., fue mayor que el de la primera, y revistas literarias de prestigio internacional, como podría ser Letras Libres, publicaron extensas reseñas[12]. Pero no sólo Poesía no completa contribuía a ir creando la imagen de la presencia de Szymborska en los países de habla hispana. Ese mismo año, en Colombia, Bogdan Piotrowski publicaría en el Instituto Caro y Cuervo una monografía bajo el título La gran dama de la lírica: Wisława Szymborska. Szymborska, no sólo era de entre los poetas polacos la más publicada y la más leída, sino también aquella sobre la que más se escribía, ya fuera en círculos académicos, ya fuera –y de manera, quizá más extendida- en círculos, por así llamarlos, generales. En 2008, también verá la luz en Cuba una nueva antología de la poeta polaca, que se unirá a las ya existentes y publicadas varios años atrás en España y México[13].
En 2009, Szymborska publicará el que a la sazón será su último poemario publicado en vida, Aquí[14]. Y por primera vez, la traducción española de una obra de Szymborska aparecerá el mismo año que la publicación original, separada apenas por unos meses. Aquí volverá también a situarse durante varias semanas entre los libros más vendidos en España, cosa que en el apartado de poesía rara vez ocurre rara vez con libros de autores extranjeros. Una vez más, la prensa, las agencias de información, etc., hablarán de Szymborska. Pero quizá sean hechos un tanto ajenos a la literatura los que dan la medida de la presencia de un autor en el ámbito de una lengua, y así llamará la atención que ese mismo año de 2009, al jurar el cargo de lehendakari del gobierno vasco, Patxi López renuncie a pronunciar un discurso y en su lugar lea “Nada dos veces” de Szymborska y un poema del poeta vasco Kirmen Uribe. La aparición de epígrafes abriendo la obra de autores españoles (la novelista Marcela Serrano, por ejemplo[15]) puede ser otro de esos pequeños detalles que arrojan luz sobre la presencia de un autor en un ámbito lingüístico y literario. En 2009, sin embargo, la imagen de Szymborska en España se verá enriquecida por la publicación de un volumen con algunas de las prosas, de las “lecturas no obligatorias” de la autora[16], volumen que recibe un gran acogida y que tres años más tarde se verá acompañado de la publicación de un segundo volumen[17], y más tarde de un tercero[18], hasta acabar siendo reunidas todas ellas en 2017 por la editorial Malpaso en un único volumen bajo el título de Prosas reunidas[19]. En 2009, aparecerá también la tercera de las entrevistas concedidas por Szymborska a un medio español. En este caso se tratará del diario El País y el entrevistador será el poeta y periodista Javier Rodríguez Marcos. De alguna manera, entrevistas, poemarios, prosas –e incluso fotografías de Szymborska- van conformando a lo largo del tiempo una imagen que incluso se podría denominar familiar de la poeta polaca, y ello a pesar de que jamás viniera a “vernos a casa”. Las invitaciones que recibió Szymborska para viajar a España fueron numerosas. Festivales poéticos como Cosmopoética en Córdoba, o el García Lorca de Granada, o instituciones como la Residencia de Estudiantes en Madrid, por citar algunos ejemplos, intentaron contar con la presencia de la poeta en más de una ocasión, pero, por unos u otros motivos, nunca llegó a cuajar.
El último poemario publicado en español en vida de Szymborska fue un poemario muy particular. Son conocidas las reticencias que la poeta tenía a hacer antologías temáticas, y a pesar de ello hubo algunas excepciones, entre ellas la publicación en polaco de Miłość szczęśliwa i inne wiersze[20]. Este libro sería traducido al español y publicado en Venezuela por la editorial bid&co[21], editorial que publicó en su día una amplia antología del también polaco Tadeusz Różewicz.
Tras la muerte de Szymborska, y muy cercano en el tiempo a la publicación en polaco, verá la luz el libro póstumo Y hasta aquí publicado en México en 2012[22], y presentado por la poeta polaca y amiga de Szymborska, Ewa Lipska y Abel Murcia en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en México, libro que será publicado algo después en España con una ligera variación en el título -Hasta aquí- por Bartleby Editores y al que acompañará, a modo de epílogo, una entrevista a los traductores del mismo (Abel Murcia y Gerardo Beltrán) realizada por Javier Rodríguez Marcos[23].
Desde poco antes de la publicación de Hasta aquí en España en 2014, hasta ahora, han aparecido tres nuevas antologías de la poesía de Szymborska, una de carácter un tanto especial, ya que se trata de una edición en español que tiene su origen en Polonia y que, a la manera de audiolibro, acompaña la publicación de los poemas de una serie de pequeños artículos, etc., del Presidente de la Fundación Szymborska, Michał Rusinek, de los traductores –Abel Murcia y Gerardo Beltrán-, y de una bibliografía de la auotra, tanto en polaco, como en español. En Leyendo a Szymborska[24], que ése es el título del audilibro, la actriz Julia Gutiérrez Caba pone voz en español a veintitrés poemas de la Premio Nobel, “envueltos” por así decirlo en la música de la polaca Urszula Dudziak. En la línea de esas casualidades sobre las que tanto llamaba la atención la propia Szymborska, no dejar de ser curioso que frente a los 22 poemas de los que disponía el lector español –y sumamente desperdigados tanto en el tiempo como en el espacio- un día antes de la concesión del Nobel, diecisiete años más tarde, esa publicación de carácter antológico tenga precisamente un poema más, 23. Entre aquellos 22 y estos 23, el lector en español tiene, cientos de poemas de los que disfrutar, y cuyo rastro va mucho más allá de los propios poemarios y de los países en los que éstos han sido publicados. La segunda de las antologías, publicada por Nórdica libros, cuya selección corrió a cargo de Anna Kozłowska y con traducciones de Abel Murcia y Gerardo Beltrán, ilustraciones de Kike de la Rubia, y una presentación de Juan Marqués, se titula Saltaré sobre el fuego[25], y la tercera, publicada en Visor Libros, Antología poética, traducida por Elzbieta Bortkiewicz[26]. Quizá quepa mencionar aquí que a finales de enero de 2017, el diario ABC anunciaba la próxima aparición –en 2018- de dos nuevos libros de Szymborska en español, los dos en Nórdica Libros, noticia que acompañaba de un adelanto de ambas publicaciones: Canción negra –poemario póstumo de poemas de juventud publicados por Szymborska en diferentes revistas pero nunca recogidos en un libro-, y Correo literario, o como llegar a ser (o no llegar a ser) escritor –libro aparecido en polaco en el año 2000 y que recoge una selección de respuestas a los lectores de la época en la que Szymborska trabajaba en la revista Vida literaria-.
La presencia de la poesía de Szymborska, las reseñas sobre sus libros y textos en revistas, blogs, foros, facebook, radios, televisiones, etc., resulta imposible ni siquiera de esbozar. Poetas, periodistas, críticos literarios, blogueros, y un largo etcétera de personas interesadas de una u otra manera por la poesía –“dos de cada mil personas” a las que les gusta la poesía, como nos recordaría Szymborska en su poema “A algunos les gusta la poesía”- le han dedicado algunos de sus textos, programas, menciones,... Y así, en nuestro país, por citar a algunos, Álvaro Valverde, Antonio Muñoz Molina, Benjamín Prado, Care Santos, Eduardo Lago, Elena Medel, Erika Martínez, Fernando Savater, Jaime Siles, Luis Antonio de Villena, Luis García Montero, Manuel Rico, Martín López Vega, Nacho Escuín, nos han dejado algunas líneas, comentarios, o reflexiones sobre la obra de la poeta polaca. No es de extrañar, por lo tanto que muchos de los libros mencionados hayan ido alimentando esa presencia en todo tipo de medios, y que sean numerosísimos los fragmentos, poemas, menciones, citas, etc. que el lector en español puede encontrar. Nos consta también, que más allá de lo que nosotros podamos llegar a conocer de forma natural, existen ediciones más o menos “irregulares” que aparecen en diversos lugares[27] y con las que hemos tropezado por mera casualidad. Sin entrar en las implicaciones legales de la cuestión, de lo que sí parece dar fe esa situación es del enorme interés que la obra de Szymborska despierta en el mundo hispánico y de la presencia de la misma en el imaginario colectivo hispánico como gran figura de las letras.
A todo lo mencionado en torno a la obra de Szymborska, habría que añadir que el interés despertado por Szymborska en los lectores de nuestra lengua trasciende, por así decirlo, a la propia obra y se traslada a la vida de la autora –no parece que Szymborska haya podido salvaguardar después de muerta la intimidad que tanto defendió en vida- y, de esa manera, en marzo de 2015 veía la luz la traducción al español de Trastos, recuerdos. Una biografía de Wisława Szymborska[28] y que vida y obra se conviertan en un único todo en el que todas las manifestaciones públicas o privadas interesen por igual al lector. Sus poemas, sus collages, como pudo verse en la Casa de Lector en Madrid, su biografía, permiten ir conformando una imagen global de la poeta polaca, que empezaba en sus poemas, se hacía más cómplice en sus entrevistas, se enriquecía en sus prosas, se volvía juguetona en los guiños de sus collages, y no la hacía familiar en su biografía.
Estamos convencidos de que son muchos los lectores que siguiendo las palabras de David Pérez Vega en su blog “Desde la ciudad sin cines” dirían: “El único problema de los libros de Szymborska es que se acaban demasiado rápido y uno desea seguir leyendo (…)”. En español, desde 1997, podemos estar de enhorabuena, podemos leer y releer a Szymborska. Y ahora, veinte años más tarde de la publicación del primer libro de Szymborska en español –veinte libros más tarde, querría uno decir- el hecho de que Turia le dedique un monográfico nos permite estar doblemente de enhorabuena, ya que, de esta manera, permite una aproximación diferente, y tan necesaria, a la obra de Szymborska, una poeta que supo hacerse un hueco en nuestra lengua y que vino para quedarse.
[1]
[1] Las revistas y libros de países de habla española en los que aparece algún poema de Szymborska antes de que ésta recibiera el Premio Nobel de literatura son: Unión, Casa de las Américas, La Habana, 1969; Poesía polaca contemporánea, Material de Lectura 31, Serie Poesía Moderna, Dirección General de Difusión Cultural, UNAM, México, 1978; Plural n.º 112, México, enero de 1981; Poesía polaca, Editorial Arte y Literatura, La Habana, 1984; Proceso, México, 11 de abril de 1988; Presa González, Fernando, Poesía polaca contemporánea, de Czesław Miłosz a Marcin Hałaś, Ediciones Rialp, Madrid, 1994.
[2]
[2] Así, y sólo a modo de ejemplo, vería la luz por primera vez en español “Amor a primera vista” en traducción de David Carrión y Abel Murcia, publicado en el periódico barcelonés La Vanguardia, o en el periódico ABC, el lector español podría leer varios fragmentos de hasta un total de 10 poemas en traducción de Xaverio Ballester.
[3]
[3] Paisaje con grano de arena, trad. Anna Maria Moix y Jerzy Wojciech Slawomirski, Lumen, Barcelona, 1997; El gran número. Fin y principio y otros poemas, trad. Xaverio Ballester, Gerardo Beltrán, Elzbieta Bortkiewicz, David Carrión, Carlos Marrodán, Katarzyna Mołoniewicz, Abel Murcia, Hiperión, Madrid, 1997.
[4]
[4] Poesía no completa, trad. Gerardo Beltrán y Abel Murcia, Prólogo de Elena Poniatowska, Fondo de Cultura Económica, México, 2002
[5]
[5] 16 poetas polacos, prólogo y selección de Antonio Beneyto Traducción de Krystyna Rodowska, Editorial Libros del Innombrable, Zaragoza, 1998.
[7]
[7] Instante, trad. Gerardo Beltrán y Abel Murcia, prólogo de Mercedes Monmany, Ígitur, Barcelona, 2004.
[8]
[8] Ejemplo de ello pueden ser las reseñas que en el suplemento El Cultural del periódico El Mundo publica Jaime Siles el 2 de diciembre de 2004, o la publicada por Félix Romeo en Blanco y Negro Cultural, el suplemento del periódico ABC el 30 de diciembre de 2004, en la rúbrica sobre los Libros del Año 2004, donde en la categoría de Poesía, Instante se encuentra entre los mejores libros de poesía publicados en España ese año.
[9]
[9] Mencionar aquí, por ejemplo, los periódicos La Nación de Argentina o El Mercurio de Chile, en los que aparecería la mencionada entrevista.
[10]
[10] El original polaco aparecería en 2005 -Dwukropek, Wydawnictwo a5, Kraków, 2005- y la traducción al español, acompañada de un extenso prólogo de Ricardo Cano Gaviria -Dos puntos, trad. Gerardo Beltrán y Abel Murcia, Ígitur, Barcelona, 2007- saldría dos años más tarde, tal y como sucediera en el caso de Instante.
[11]
[11] Posteriormente, estas entrevistas se reunirían en el libro Rebeldía de Nobel, El Aleph Editores, Barcelona, 2009.
[12]
[12] En enero de 2009, Tedi López Mills publica en Letras Libres una extensa reseña de la que se harían eco muchos otros medios de comunicación de todo el continente americano y que también llegaría a España.
[13]
[13] Se trata de Poemas escogidos, trad. Ángel Zuazo López, publicada en La Habana por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (2008).
[17]
[17] Más lecturas no obligatorias. Prosas, trad. Manel Bellmunt Serrano, Alfabia, Barcelona, 2012.
[23]
[23] Hasta aquí, trad. Abel Murcia y Gerardo Beltrán, Epílogo-entrevista de Javier Rodríguez Marcos a los traductores, Bartleby Editores, Madrid, 2014.
[24]
[24] Leyendo a Szymborska, audiolibro, trad. de Gerardo Beltrán y Abel Murcia, lectura de Julia Gutiérrez Caba, Babel Studio, Instituto Polaco de Cultura de Madrid, Varsovia, 2013.
[25]
[25] Saltaré sobre el fuego, selección Anna Kozłowska, ilustraciones Kike de la Rubia, presentación Juan Marqués, trad. Abel Murcia y Gerardo Beltrán, Nórdica libros, Madrid, 2015.
[27]
[27] Podemos citar la edición aparecida en México en octubre de 2007 en las Ediciones Taller Abierto / Cuadernos de la Feria, bajo el título de Poesía, con presentación e introducción de Francisco Amezcua, y donde ni siquiera se menciona la autoría de las traducciones, ni figura el copyright de Szymborska a pesar de que si figura el de la editorial.
[28]
[28] Anna Bikont y Joanna Szczęsna, Trastos, recuerdos. Una biografía de Wisława Szymborska, Trad. Elzbieta Bortkiewicz y Ester Quirós, Editorial Pre-Textos, Valencia, 2015.