Oh Lillian Gish,
¿dónde estaban los ojos cándidos
del niño,
que yo tenía un ramo de violetas
y me dolía el alba
y daba nombre a los silencios
y esperaba el naufragio de tu suave
desnudo?
Oh Lillian Gish,
¿dónde estaban los ojos cándidos
del niño,
que yo tenía un ramo de violetas
y me dolía el alba
y daba nombre a los silencios
y esperaba el naufragio de tu suave
desnudo?