Suscríbete a la Revista Turia

Artículos 311 a 315 de 1355 en total

|

por página
Configurar sentido descendente

3 de diciembre de 2021

En La civilización no era esto (IV premio EspasaesPoesía) Aitana Monzón ha jugado sus cartas y, al hacerlo, ha asumido sus riesgos. Escribo esto porque el libro presenta una arquitectura compositiva con unos cimientos muy sólidos y consistentes, todos ellos declarados con honestidad por la propia poeta, desde Rainer Maria Rilke y Anne Carson (que abren y cierran, respectivamente, el volumen con unas citas complementarias), pasando por Justine, la novela de Lawrence Durrell que abre el celebérrimo Cuarteto de Alejandría y que desempeña una función estructural relevante en este poemario, la filósofa y activista política francesa Simone Weil, la poesía goliarda o el grandísimo poeta nacido turco y muerto polaco Nazim Hikmet.


Estructurado en cinco actos, el volumen plantea una escritura fundada desde una autoconciencia y una radicalidad extremas, cimentada sobre continuas sinestesias, hipérbatos, aliteraciones, rimas internas y paralelismos con los que va dotándose de una fuerte cohesión rítmica, en la que un lenguaje intensamente musical y eufónico se presenta como el testigo incómodo de una ausencia que ha de acabar arrasando todo, una escritura que puede leerse como un ejemplo paradigmático de esa poética de la aniquilación de la que hablara Gaston Bachelard y que puede apreciarse bien en diversos poemas.

                
Creo que este libro se ha escrito a la luz de una poética que traza vínculos entre el lenguaje y el pensamiento y se adentra por senderos que antes habían explorado poetas como Edmond Jabès, Roberto Juarroz, Octavio Paz, Henri Meschonnic, Paul Celan o José Ángel Valente, por citar unos pocos, quienes entendieron sus propuestas como plataformas para pensar. En general, la poesía en español de una y otra orillas del Atlántico no se ha entendido como un lugar para impulsar la reflexión y el pensamiento crítico. Creo que Aitana Monzón es una excepción a esta regla y, por lo tanto, su poesía —por lo menos la que podemos leer en La civilización no era esto, su segundo libro tras Dormir à la belle étoile (2019)— debería verse a la luz de estos planteamientos.
Amenazada por el desgarramiento y la desaparición, brota esta palabra poética para dar cuenta de una incertidumbre, una carencia o un deseo, una realidad tan solo imaginada, indicio de una potencia que lucha por materializarse en acto, sabedora, como leemos en uno de los poemas, de que «Esto— que es la nada / se refleja ante mí // como la vida» (p. 33). Así, cabe pensar que al activar esa palabra se avanza hacia el logro de una mayor conciencia de realidad, desarrollando un trabajo exigente que consiste, como repetía Foucault, en despegar las capas para alcanzar un contacto con lo real sin ningún tipo de añadido extraño. De este modo, inteligencia, soledad, responsabilidad, silencio y dominio acaban siendo los compañeros de viaje de la poeta en este libro, y con ellos construye una poesía que tan solo ofrece inquietud e inestabilidad, un escenario marcado al mismo tiempo por un afán emancipador.


Una escritura que muestra muy a las claras que el lenguaje o, lo que en este caso viene a ser lo mismo, la vida, es, como se recoge de Simone Weil en uno de los poemas, «arraigarse en la ausencia de lugar» (p. 22). Pero, ¿cómo plantar casa, cómo echar raíz en la paradoja y en la contradicción? A veces, las rupturas léxicas se abren paso y sucede que quien escribe siente cómo se disuelven las palabras y el silencio encuentra vías por las que poder ventilarse. Aitana Monzón ha dejado respirar al silencio en este libro, y no solo entre los espacios en blanco que se cuelan entre las palabras descompuestas o entre los corchetes que ni tan siquiera unos puntos suspensivos contienen al mostrar una ausencia, como sucede, por ejemplo, en la escena I del acto tercero.


En gran parte, La civilización no era esto está construido sobre la ausencia, el vacío y el silencio, motivos vehiculares en el poemario, de tal modo que a quien escribe solo le salva la palabra, aunque, como leemos en otro poema, quien habla sea muy consciente de que «fablar la babel no dice nada / solo demuestra el susurro del vacío» (p. 47) y, en este caso, se trata del vacío dejado por la ausencia que habría de prolongar de un modo natural nuestra presencia. Emerge así una poética sustentada sobre la idea de que el centro es un lugar desubicado y, por eso mismo, simboliza no tanto un punto de cierre como el inicio de una apertura hacia lo que hay al otro lado, ese sitio donde, como leemos en uno de estos poemas, «las manos siguen haciendo cosas / en alivio profundo después de todo» (p. 13). En este sentido, la búsqueda de las orillas y los márgenes se presenta como una aventura de iniciación y por ahí emergen muchos de los poemas que Aitana Monzón ha reunido en este libro que contiene versos e imágenes memorables.
El intríngulis de la cuestión radica en la relación que aquí se ha establecido con el lenguaje, incorporado como una herramienta de reflexión y transformación del mundo y sometido a una tensión extrema. Cabría decir que Aitana Monzón ha concebido una escritura plural y compleja, edificada sobre la inestabilidad, dispuesta a cruzar fronteras y a escuchar los latidos de la inseguridad, generando un multiperspectivismo que engloba el más allá o el más acá del yo, como sucede, por ejemplo, en la escena III del acto V, el poema con el que se cierra el libro y en el que el poeta anhaga (‘deambulante, apátrida’), según nos cuenta esta poeta, hace mutis por el foro y abandona la escena para dejar que sea el coro, una voz que es muchas voces, quien prolongue el relato dejándose arrastrar por el vértigo hacia un abismo abierto, sin fondo, que no termina de cerrarse con un punto final. Por ahí se puede apreciar la saludable labor crítica que se ha llevado a cabo en este singular e interesantísimo libro en el que la poesía es índice del desierto y el silencio, orientado a impulsar la posibilidad de un mundo inédito, y para llevar a cabo ese proceso es preciso, como sugiere la autora de La civilización no era esto, desprendernos de todo lastre, desterrar del mundo todas las palabras que a lo largo de la historia lo han cercado con la intención de iniciar un camino inédito.





Aitana Monzón, La civilización no era esto, Barcelona, Espasa, 2021.

Escrito en Sólo Digital Turia por Alfredo Saldaña

LA REVISTA LE DEDICA UN ESPECTACULAR MONOGRÁFICO EN EL 150 ANIVERSARIO DE SU NACIMIENTO

EL MUSEO DE TERUEL ACOGIÓ LA PRESENTACIÓN DE "TURIA", QUE CORRIÓ A CARGO DEL FILÓSOFO Y ESCRITOR JUAN ARNAU

TAMBIÉN PUBLICA INÉDITOS DE GRAHAM SWIFT, SOLEDAD PUÉRTOLAS, MANUEL VILAS, PATRICIO PRON, CLARA JANÉS, SARA MESA Y RACHEL BESPALOFF

El nuevo número de la revista cultural TURIA tiene como principal objetivo rendir un merecido homenaje a Segundo de Chomón, con motivo de cumplirse este año el 150 aniversario de su nacimiento. Este turolense pionero del cine universal es el protagonista de un espectacular, atractivo, novedoso y completo monográfico que pone en valor su obra y lo describe como uno de los grandes creadores de los orígenes del cine. Y es que Chomón no sólo contribuyó, a comienzos del siglo XX, a la construcción de un oficio hasta entonces inexistente como el cinematográfico, su papel también fue fundamental en la creación de un nuevo arte: el cine.  

Leer más
Escrito en Noticias Turia por Instituto de Estudios Turolenses Diputación Provincial de Teruel

Cuando las panteras leen, se miran unas a otras queriendo descifrarse, descifrar el mundo, descifrar la vida. Primero se sitúan y reconocen el terreno, como apuntaba el naturalista Nabokov al describir la primera lectura que se hace de una obra. Ubican lo importante, lo necesario: los peligros y las presas, que en la lectura suelen ser lo mismo –Clarice nos lo susurra en su crónica La peligrosa aventura de escribir: “No se juega con la intuición, no se juega con el escribir: la caza puede herir mortalmente al cazador”–.

 

Leer más
Escrito en Artículos Revista Turia por Diego Valverde Villena

Remedios Zafra: “Hay que aplicar imaginación e inteligencia para dar forma a lo posible”

“¿Cómo enfrentar con esperanza las vidas cuando parecen ser sentenciadas por la ansiedad y por la precariedad?”, se pregunta Remedios Zafra en Frágiles, una obra que ensancha las búsquedas de su entrega anterior, El entusiasmo, con la que obtuvo el Premio Anagrama de Ensayo y con la que logró conectar con un amplio colectivo de trabajadores creativos en el entorno digital, poniendo palabras a sus experiencias, a sus quejas, visibilizando unos nuevos usos y costumbres asumidos pero no suficientemente analizados con  mirada crítica.

Leer más
Escrito en Conversaciones Revista Turia por Emma Rodríguez

La princesa Sofonisba duerme inquieta. Del vacío emergen tres ojos que la vigilan y una mano que parece agarrarle las entrañas o el alma, que quiere arrebatarle su espíritu. No puede descansar porque le atacan viejos fantasmas. El dios Moloch se le aparece en sueños reprochándole que hubiese escondido en su casa como esclava a la niña Cabiria, salvada milagrosamente del sacrificio ritual en sus entrañas ardientes por el espía romano Fulvio Axilla y el esclavo Maciste. Ruge iracundo en los sueños de Sofonisba por haberle privado de semejante manjar.

Leer más
Escrito en Artículos Revista Turia por Amparo Martínez Herranz

Artículos 311 a 315 de 1355 en total

|

por página
Configurar sentido descendente